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miércoles, 17 de marzo de 2010

Prurito vaginal

Es una picazón o irritación molesta de la piel de la vagina y en el área circundante (vulva). Dicho prurito puede ocasionar un deseo de rascarse el área afectada.                                 



Causas comunes

Las causas comunes del prurito vaginal son, entre otras:



Irritantes químicos: como detergentes y suavizantes de ropa, aerosoles femeninos, ungüentos, cremas, duchas y espumas anticonceptivas o gelatinas.

Menopausia: la disminución de los niveles de estrógenos provoca un adelgazamiento de la pared vaginal y disminuye la lubricación.

Estrés: puede incrementar el prurito vaginal y hace a la mujer más susceptible a las infecciones.

Candidiasis vaginal: a menudo incluye una secreción blanca similar a cuajada. Estas infecciones pueden ser causadas por antibióticos, pastillas anticonceptivas, embarazo, menstruación, uso de condones, relaciones sexuales, diabetes y un sistema inmunitario debilitado.

Vaginitis: inflamación, picazón, secreción y olor ocasionado por otras infecciones (incluyendo enfermedades de transmisión sexual). La vaginitis es común en las niñas antes de la pubertad. Sin embargo, si una niña pequeña tiene un infección vaginal de transmisión sexual, se debe considerar como abuso sexual y abordarse como tal.

Otras causas posibles pero menos comunes de prurito vaginal o vulvar incluyen:
Ciertas enfermedades cutáneas que afectan la piel vulvar, algunas de las cuales pueden ser precancerosas

Oxiuros (infección parasitaria que afecta especialmente a los niños)
Cuidados en el hogar


Para prevenir y tratar el prurito vaginal se recomienda:
Evitar el papel higiénico perfumado o de color y los baños de espuma.

Evitar las duchas vaginales y los aerosoles para la higiene femenina.

Cambiarse la ropa húmeda, especialmente trajes de baño o ropa para hacer ejercicio, tan pronto como sea posible.

Limpiar o lavar el área de adelante hacia atrás (desde la vagina hasta el ano) después de orinar o defecar.

Tomar yogur con cultivos vivos o tomar tabletas de lactobacillus acidophilus cuando se están tomando antibióticos. Se recomienda consultar con el médico.

Mantener el área genital limpia y seca, y usar jabones naturales sin perfume.

Mantener los niveles de glucemia bajo control en caso de ser diabética.

Bajar de peso, en caso de obesidad.

Usar ropa interior de algodón o medias veladas con entrepierna de algodón. Evitar la ropa interior fabricada con materiales sintéticos. A los bebés y a los niños que empiezan a caminar se les debe cambiar el pañal frecuentemente.

Igualmente se recomienda:

Evitar el esfuerzo excesivo, el calor y la sudoración excesiva.

Evitar rascarse el área afectada, ya que esto sólo empeora el problema.

Posponer la actividad sexual hasta que los síntomas mejoren o utilizar al menos un lubricante durante las relaciones sexuales.

Utilizar condones para evitar contagiarse o propagar enfermedades de transmisión sexual.

Si la persona sabe que tiene una candidiasis vaginal, ya que los síntomas son los mismos que tuvo en el pasado, se recomienda ensayar con cremas o supositorios vaginales de venta libre.

Las candidiasis vaginales no se consideran enfermedades de transmisión sexual. Sin embargo, algunas veces, los hombres también desarrollan picazón y enrojecimiento después de la relación sexual. Si éste es el caso o la persona desarrolla infecciones recurrentes sin una causa clara, se debe consultar con el médico ya que ambos pueden necesitar tratamiento.

Si el prurito vaginal está relacionado con la menopausia, el médico puede recomendar crema vaginal con estrógenos u óvulos vaginales.

A los niños se les debe enseñar a resistir y rechazar cualquier insinuación de contacto sexual por parte de otra persona. No se debe tratar de retirar ningún objeto extraño de la vagina de una niña y llevarla inmediatamente al médico para extraerle dicho objeto.
Se debe llamar al médico si


La persona de consultar con el médico de inmediato si:



Presenta aumento de la sed o del apetito, pérdida de peso inexplicable, micción frecuente o fatiga, ya que éstos pueden ser signos de diabetes.

Tiene fiebre y dolor abdominal bajo o pélvico.

Igualmente, debe llamar al médico si:
Tiene ampollas o úlceras en la vagina o la vulva.

Presenta ardor al orinar u otros síntomas urinarios: puede ser una infección urinaria.

Presenta inflamación, sangrado vaginal o flujo poco usuales.

La pareja también tiene síntomas o sospecha que puede tener una enfermedad de transmisión sexual.

Los síntomas empeoran, persisten durante más de 1 semana o reaparecen a pesar de las medidas de cuidados personales.

Nombres alternativos


Prurito en el área vaginal; Prurito vulvar; Picazón en la vulva







    

Granuloma inguinal

Es una enfermedad de transmisión sexual que rara vez se ve en los Estados Unidos.                                                             Causas


El granuloma inguinal es causado por la bacteria Calymmatobacterium granulomatis. La enfermedad es común en las áreas tropicales y subtropicales del mundo, como el sudeste de India, Guyana y Nueva Guinea, pero puede presentarse en ocasiones en los Estados Unidos, típicamente en el sudeste, con una notificación de aproximadamente 100 casos por año.
La enfermedad se disemina sobre todo a través de la relación sexual vaginal o anal y, rara vez, se propaga durante el sexo oral.

Los hombres resultan afectados con frecuencia más del doble que las mujeres y la mayoría de las infecciones se presentan en personas entre los 20 y 40 años de edad. La enfermedad rara vez se observa en niños y en ancianos.

Síntomas


Los síntomas pueden ocurrir entre 1 a 12 semanas después de estar en contacto con la bacteria que causa la enfermedad.
Aproximadamente la mitad de los hombres y mujeres infectados tienen lesiones en el área anal.
Aparecen protuberancias carnosas, rojas y pequeñas en los genitales o en el área perianal.
     La piel gradualmente se desgasta y las protuberancias se convierten en nódulos levantados, aterciopelados, carnosos y rojos, llamados tejido de granulación. Generalmente son indoloros, pero que sangran con facilidad si se lesionan.
La enfermedad se disemina lentamente y destruye el tejido genital.
El daño tisular se puede extender al área donde las piernas se unen al tronco.
Los genitales y la piel circundante presentan una decoloración.
En sus etapas iniciales, puede ser difícil diferenciar el granuloma inguinal del chancroide.

En las etapas más avanzadas, el granuloma inguinal puede parecerse a los cánceres genitales avanzados, al linfogranuloma venéreo y a la amebiasis cutánea anogenital. 


                       Pruebas y exámenes


Se debe considerar el diagnóstico del granuloma inguinal si las lesiones genitales han estado presentes por un largo período de tiempo y si se han estado diseminando. Los exámenes que se pueden realizar abarcan:
Biopsia en sacabocado o raspados de la lesión
Cultivo de muestra de tejido (difícil de hacer y no está disponible de manera rutinaria)
Hay disponibilidad de exámenes de laboratorio, como los que se usan para detectar sífilis, solamente con fines investigativos para diagnosticar el granuloma inguinal.
                                                                               Tratamiento

Los antibióticos se utilizan para tratar el granuloma inguinal y la curación completa requiere de un tratamiento bastante largo. La mayoría de los esquemas de tratamiento duran tres semanas o hasta que las lesiones hayan sanado por completo.
Es esencial una evaluación de seguimiento debido a que la enfermedad puede reaparecer después de una curación aparentemente exitosa.

                                                                        Pronóstico

El tratamiento oportuno de la enfermedad disminuye las posibilidades de destrucción o cicatrización del tejido pero, sin tratamiento, la enfermedad ocasiona destrucción del tejido genital.
                                                   

                                                                  Posibles complicaciones

Destrucción y cicatrización genital

Pérdida del color de la piel en el área genital

Hinchazón genital permanente debido a la a cicatrización

Cuándo contactar a un profesional médico

Solicite una cita con el médico si ha tenido contacto sexual con una persona que se sabe que tiene un granuloma inguinal o si usted presenta síntomas similares a los descritos anteriormente.

                                                                            Prevención

La abstinencia de toda actividad sexual es la única manera absoluta de prevenir una enfermedad de transmisión sexual, como el granuloma inguinal. Sin embargo, los comportamientos sexuales seguros pueden reducir el riesgo.
El uso apropiado de condones, ya sea del tipo masculino o femenino, disminuye enormemente el riesgo de contraer una enfermedad de transmisión sexual. Es necesario usar el condón desde el comienzo hasta el final de cada actividad sexual.

                                                                   Nombres alternativos

Donovanosis
¿Pueden infectarse las mujeres embarazadas con una enfermedad de transmisión sexual?
Sí, las mujeres embarazadas pueden infectarse con las mismas enfermedades de transmisión sexual (ETS) que las mujeres que no lo están. El embarazo no ofrece a las mujeres ni a sus bebés ninguna protección contra las ETS. Las consecuencias de una ETS en una mujer embarazada y en su bebé pueden ser significativamente más graves y hasta mortales. Es importante que las mujeres conozcan los efectos dañinos de las ETS y que sepan cómo protegerse y proteger a sus bebés contra la infección.
¿Qué tan comunes son las ETS en las mujeres embarazadas en los Estados Unidos?
Algunas ETS como el herpes genital y la vaginosis bacteriana son muy frecuentes en las mujeres embarazadas en los Estados Unidos. Otras ETS, en especial el VIH y la sífilis, son mucho menos frecuentes en las mujeres embarazadas. La tabla siguiente muestra estimaciones del número de mujeres embarazadas que cada año resultan infectadas con una enfermedad de transmisión sexual en los Estados Unidos.

ETS Cifra estimada de ETS en mujeres embarazadas
Vaginosis bacteriana 1,080,000
Herpes simple tipo 2 880,000
clamidia 100,000
Tricomoniasis 124,000
Gonorrea 13,200
Hepatitis B 16,000
VIH 6,400
sifilis <1,000



¿Qué efectos tienen las ETS en la mujer embarazada y en su bebé?
Las ETS pueden tener casi las mismas consecuencias en las mujeres embarazadas como en las que no lo están. Las ETS pueden causar cáncer del cuello uterino y otros tipos de cáncer, hepatitis crónica, enfermedad inflamatoria pélvica, infertilidad y otras complicaciones. Muchas ETS que afectan a las mujeres son silenciosas, es decir, se presentan sin síntomas o signos.
Una mujer embarazada puede transmitir una ETS a su hijo antes, durante o después del nacimiento del bebé. Ciertas ETS (como la sífilis) atraviesan la placenta e infectan al bebé mientras está en el útero (matriz). Otras ETS (como la gonorrea, la clamidia, la hepatitis B y el herpes genital) pueden ser transmitidas de la madre a su bebé al momento del nacimiento, cuando el bebé pasa por la vía del parto. El VIH puede atravesar la placenta durante el embarazo, infectar al bebé durante el trabajo de parto y, a diferencia de casi todas las otras ETS, puede infectar al bebé a través de la lactancia materna.
Una mujer embarazada que tiene una enfermedad de transmisión sexual puede también presentar un parto antes de término, ruptura prematura de las membranas que rodean al bebé en el útero e infección uterina después del parto.
Entre los efectos dañinos que pueden causar las ETS en los bebés se incluyen mortinatos (bebé que nace muerto), bajo peso al nacer (menos de cinco libras), conjuntivitis (infección de los ojos), neumonía, septicemia neonatal (infección en la sangre del bebé), daño neurológico, ceguera, sordera, hepatitis aguda, meningitis, enfermedad hepática crónica y cirrosis (enfermedades del hígado). Casi todos estos problemas se pueden prevenir si la madre recibe cuidados prenatales de rutina que incluyan pruebas de detección de ETS en las etapas tempranas del embarazo y, si es necesario, la repetición de estas pruebas cuando se acerque la fecha del parto. Otros problemas pueden ser atendidos si la infección se detecta al momento del parto.
¿Deben hacerse las mujeres embarazadas pruebas para detectar las ETS?
Sí, las ETS afectan a las mujeres de todos los niveles socioeconómicos y educativos, de cualquier edad, raza, grupo étnico y religión. En la guía sobre tratamientos de enfermedades de transmisión sexual del 2006 (Guidelines for Treatment of Sexually Transmitted Diseases), los CDC recomiendan que durante su primera visita prenatal las mujeres embarazadas se hagan pruebas de detección de:
Clamidia
Gonorrea
Hepatitis B
VIH
Sífilis
Asimismo, algunos expertos recomiendan que las mujeres que hayan tenido un parto prematuro en el pasado sean examinadas y reciban tratamiento contra la vaginosis bacteriana durante su primera consulta prenatal.
Las mujeres embarazadas deben pedirle a sus médicos que les hagan pruebas para detectar estas ETS, ya que algunos médicos no realizan estas pruebas de manera habitual. En la actualidad se cuenta cada vez más con pruebas nuevas y de mayor precisión. Aunque una mujer se haya hecho estas pruebas en el pasado, debería volvérselas a hacer si queda embarazada.
¿Pueden tratarse las ETS durante el embarazo?
La clamidia, la gonorrea, la sífilis, la tricomoniasis y la vaginosis bacteriana (VB) se pueden tratar y curar con antibióticos durante el embarazo. No existe una cura para las ETS virales como el herpes genital y el VIH, sin embargo, los medicamentos antivirales pueden ser adecuados para las mujeres embarazadas que tienen herpes y en especial el VIH. Si una mujer tiene herpes genital activo con lesiones al momento del parto, se puede realizar una operación de cesárea para evitar la infección del recién nacido. La cesárea también puede ser una opción para algunas mujeres infectadas por el VIH. Las mujeres que obtuvieron resultados negativos de sus pruebas de detección para la hepatitis B pueden recibir durante el embarazo la vacuna contra esta infección.
¿Cómo pueden protegerse las mujeres embarazadas de estas infecciones?
La manera más segura de evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual es la abstención del contacto sexual o tener una relación estable y mutuamente monógama con una pareja que se haya hecho las pruebas de detección y que se sabe que no tiene ninguna infección.
Los condones de látex, cuando se usan de manera habitual y correcta, son muy eficaces para prevenir la transmisión del VIH, el virus que causa el sida. Asimismo, si los condones de látex se usan de manera habitual y correcta pueden reducir el riesgo de transmisión de gonorrea, clamidia y tricomoniasis. El uso correcto y habitual de los condones de látex puede reducir el riesgo de contraer herpes genital, sífilis y chancros solamente si el área infectada o el área de posible exposición está protegida con el condón. A su vez, el uso correcto y habitual de los condones de látex puede reducir el riesgo de contraer el virus del papiloma humano (VPH) y las enfermedades asociadas a este (como verrugas y cáncer del cuello uterino).


Decisiones Sexuales Saludables

Como niña adolescente o mujer joven, tal vez has estado pensando lo que significa estar involucrada en una relación de tipo sexual. Decidir tener relaciones sexuales es una gran decisión, ya que involucra tanto a tu cuerpo como a tus emociones. Necesitas estar segura que es la decisión correcta para tí. Hay muchas cosas que necesitas pensar antes de decidir tener sexo, incluyendo si ésta es la persona correcta, el tiempo correcto en tu vida, y cómo te sentirás si se termina la relación. Si aún así decides tener sexo, definitivamente necesitas pensar primero sobre cómo prevenir embarazarte y cómo protegerte de adquirir una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS).



Debes platicar con tus padres, guardián, un adulto de confianza, o con tu doctor si estás pensando en tener relaciones sexuales. Es una buena idea discutir todas tus opciones y todas las preocupaciones que puedas tener para que tomes una decisión correcta. Este puede ser un tiempo de mucha confusión para tí y siempre es bueno tener alguien con quién hablar.



¿Qué necesito saber si soy sexualmente activao si estoy pensando en convertirme en sexualmente activa?

La gente joven tiene que tomar muchas decisiones sobre su sexualidad, incluyendo el abstenerse del sexo o en convertirse, o continuar siendo, sexualmente activo. Otras cosas de sexualidad sobre las cuales los adolescentes necesitan tomar decisiones es acerca del sexo de su pareja, el tipo de anticoncepción, y la intensidad de la relación. Nunca debes dejar que otros te presionen para tener sexo si tú no quieres. ¡La decisión sobre cuándo tener sexo, la primera vez y cada vez después de la primera vez, es solamente tuya! Recuerda que es completamente adecuado el no tener sexo todavía. Eres joven y existen riesgos, como las ETS y el embarazo. Mucha gente joven simplemente no quiere ni tener que lidear con la posibilidad de adquirir una ETS o un embarazo, y por eso deciden esperar.



Antes de decidir tener una relación sexual, habla con tu pareja acerca de si esta es la decisión correcta para tí. Pregúntale sobre su historia sexual, incluyendo si él o ella ha sido expuesto a enfermedades de transmisión sexual (ETS). Discute sobre si tú o tu pareja han estado o se verán involucrados sexualmente con otras parejas. Recuerda, el riesgo de adquirir una enfermedad transmitida sexualmente o un virus que pueda causar cáncer o SIDA se aumenta si tú o tu pareja tienen relaciones sexuales con otra gente. Entre más parejas sexuales, el riesgo es mayor. La única manera de prevenir por completo el adquirir una enfermedad de transmisión sexual es no tener sexo. Si tú decides tener sexo, la mejor manera de evitar contagiarte de una enfermedad transmitida sexualmente es tener sexo solamente con una persona que nunca ha sido expuesta a enfermedades de transmisión sexual. Debes utilizar condón de látez cada vez que tengas relaciones sexuales, desde el principio hasta el final.



Si estás involucrada en una relación heterosexual (sales con un hombre), habla con él sobre el control de la natalidad (condón de látex, píldora anticonceptiva, inyecciones hormonales) y lo que harán si fallan. (Ver Hoja de Información de Salud "Anticoncepción/Control de la Natalidad "). Si sientes que no puedes hablar de estos temas con tu pareja, entonces debes pensar nuevamente si deberías estar involucrada sexualmente con él. Platica con tu doctor acerca de qué métodos para el control de la natalidad son adecuados para tí.



¿Cómo encuentro un doctor para hablar sobre control de la natalidad y protección contra ETS?

Muchas adolescentes y mujeres jóvenes pueden hablar con sus mamás, papás, o guardianes sobre estos asuntos. Otras necesitan servicios confidenciales. Puedes hablar con tu doctor o enfermera sobre el control de la natalidad y protección contra ETS. También tienes la opción de hablar con un ginecólogo, un doctor en una clínica de planeación familiar, o un profesional de la salud en la clínica de tu escuela o el centro de Servicios de Salud para Estudiantes. Debes sentirte cómoda con tu doctor, ya que es importante que le compartas información personal y cualquier problema de salud. Necesitas encontrar un doctor que escuche tus preocupaciones y responda tus preguntas. Tu doctor debe tomarse el tiempo para explicarte claramente las cosas.

viernes, 5 de marzo de 2010


Toma precauciones para gozar de una vida sexual saludable

Aún no existe un método que permita el contacto sexual sin riesgo absoluto.
viernes, 5 de marzo de 2010
Rosa Escribano / Primera Hora
Sería ideal disfrutar de una sexualidad ajena al riesgo de contraer alguna enfermedad de transmisión sexual. Pero como sabemos que esto es imposible, lo conveniente es orientarnos en la mayor medida para vivir una intimidad sexual lo más saludable posible.

Poner en práctica el sexo seguro es un arma poderosa. No obstante, la realidad es que todas las formas de contacto sexual implican cierto nivel de riesgo. En este sentido, la Dra. Carmen Valcárcel, experta en sexualidad humana, aclara que “se le llama sexo seguro a la actividad sexual realizada donde se toman precauciones para evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual (ETS), incluyendo el VIH”. Entre las prácticas más seguras se incluyen los besos, los abrazos, las caricias y la masturbación. El uso del condón se incluye como un recurso de alta -pero no absoluta- confiabilidad.

Ahora bien, lo cierto es que “no existe ningún método de tener contacto sexual con otro individuo que sea 100 por ciento libre de la posibilidad de contagio”, advierte la doctora. Así que en su lugar, se denomina a esas prácticas como sexo de menor riesgo. Incluso, estudios en este tema han clasificado las diversas conductas sexuales “desde las de mucho riesgo hasta las de menos”, añade la doctora.

Esto confirma que ninguna práctica es completamente efectiva en la prevención del contagio de ciertas condiciones. A esto cabe añadir que hay ocasiones en que el portador de algunas de esas infecciones (la persona infectada) no sabe que está enfermo (como el caso de herpes genital, clamidia y VIH). Tampoco presenta síntomas visibles.

Sobre la abstinencia

Hay quienes piensan que el sexo seguro se refiere exclusivamente a la abstinencia. Al respecto, la doctora responde que ésta puede ser “una alternativa viable en ciertos periodos de la vida ya sea por voluntad propia, por convicciones, o porque así sea necesario como, por ejemplo, durante una enfermedad”. También, observa que “si fuésemos como ciertas especies que pueden reproducirse sin aparearse, o si no tuviéramos deseos sexuales como parte de nuestro funcionamiento normal, la abstinencia sería una práctica altamente recomendable para evitar contagios”. No obstante, bien sea “para continuar la especie en algún momento y para tener una sexualidad plena y saludable, se recomienda el contacto íntimo”.

Sin embargo, la doctora advierte a estas personas que, una vez comiencen a estar activos sexualmente, tengan presente protegerse, en vista de que no podemos estar seguros en un cien por ciento de la experiencia sexual del compañero -y por ende, tener conocimiento pleno de las posibles enfermedades que padezcan, en especial si no presentan síntomas-.

Para disfrutar con mayor confianza

Existen varios consejos que pueden ayudar a minimizar el riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual.

El uso de lubricantes a base de agua es recomendado ya que disminuye la fricción y, con ello, la abrasión que podría provocar laceraciones pequeñas y hacer que el tejido esté en riesgo.

Evita el uso excesivo del alcohol u otras sustancias que puedan disminuir la capacidad de análisis en eventos sociales donde pueda existir la posibilidad de entrar en algún tipo de contacto íntimo.

Mientras se tienen actividades sexuales de alto riesgo, se deben hacer pruebas periódicas, al menos cada año, para verificar el estado de salud (tales como de hepatitis B, sífilis, clamidia, gonorrea, herpes y VIH). “Hoy día existen pruebas que son muy sensitivas y rápidas para determinar si se está contagiado o contagiada”, señala la doctora.

Recuerda que existen vacunas para evitar el contagio de hepatitis B y del virus de papiloma humano.

Si se trata de una pareja en la que ambos están infectados con VIH, “deben usar las barreras de protección pues podrían tener una infección con una cepa de virus diferente a la que tienen”, alerta Valcárcel. “Eso podría hacer que sea inmune a los medicamentos existentes, además de que la transmisión de cualquier otra infección podría ser mortal”.

Evita el sexo casual. Lo ideal es conocer a tu pareja lo mejor posible antes de tener contacto sexual.

Como pareja, tengan presente realizarse pruebas de ETS y mantener en lo posible una relación monógama.

Si se usan juguetes sexuales, éstos deben ser lavados y desinfectados, y si se puede, integrar el uso de un condón.

miércoles, 3 de marzo de 2010



sexualidad y ets

La sexualidad es una de las formas que la naturaleza te da para aprender a conocer y a desarrollar lo que es el afecto por alguien que tú quieres. A veces ella parece como despertar en tu interior una aparente necesidad de querer a otra persona, de sentir que quieres tenerla más cerca, para poder cuidarla, quererla, atenderla, y compartir tu vida con ella.

El afecto es un sentimiento muy importante en tu vida, porque es parte de tu escuela del amor. No es amor, pero es muy bueno ya que si aprendes a dirigirlo puede con el tiempo conducirte al amor. El afecto está más ligado al cariño, al placer y al bienestar, en cambio el amor es superior porque incluyendo al afecto está ligado a la felicidad; una diferencia fundamental que debes saber reconocer para guiar tu futura sexualidad, la que intentaré mostrarte a lo largo de toda esta carta.

Hoy parece que demasiadas personas confunden el afecto con el amor y hablan de amor para referirse al afecto, esto seguramente tú lo has notado en las letras de canciones, en la televisión, revistas juveniles, y en muchas otras partes. Ellas causan mucha confusión en las jóvenes porque el amor es algo completamente diferente; como ya lo sabes podemos llegar a él entregando mucho afecto, esfuerzo y siendo constantes, pero el amor es un regalo. Porque a pesar de que no es gratis, desearlo no significa tenerlo, y menos aún merecerlo.

Sentir amor entre una mujer y un hombre es el mayor regalo que puedes recibir como pareja, pero como es algo muy especial no se obtiene por magia, ni aparece en cualquier momento que lo quieras tener. El amor verdadero entre una mujer y un hombre es como el premio a una pareja que ha sabido reconocer, apreciar, y cuidar su mutuo camino hacia su felicidad, donde uno de los múltiples componentes de sus vidas es la sexualidad.

Para quienes creen en Jesucristo, ese camino hacia la felicidad es lo que llaman tratar de cumplir la voluntad de Dios, porque su voluntad es que tú y todos seamos felices. Dicen que para eso te creó, y para eso nos creó. Creen que para decirnos cómo ser más felices, Dios nos envió a su Hijo, Jesús: Él te dice a ti, que si deseas encontrar tu felicidad no la busques tratando de hacerte feliz sola, sino que compartiéndola o entregándola. Debes buscarla en el prójimo, en los demás, en quienes te rodean, porque si tratas de hacer felices a otros, incluso si te cuesta algún sacrificio, encontrarás la propia felicidad. Esa sería su verdad, y tu verdad.

Esta explicación cristiana de la realidad, afecta por igual a cualquier ser humano, de cualquier religión, crea o no crea en Dios, porque las leyes naturales no son evitables; todos somos sus hijos y vivimos en el mismo mundo. Las palabras y explicaciones podrán parecer diferentes en algunos casos, pero la realidad se mantiene inalterable. Tal parece que durante nuestra vida, únicamente podemos aceptarla o rechazarla.

El premio para quien ha buscado la felicidad de su pareja en el matrimonio, es el amor, y siempre que busques la felicidad de tu prójimo lograrás obtenerlo.

Pero no olvides que con tu sexualidad sólo es posible alcanzar el amor verdadero en el matrimonio, cuando seas más grande, independiente y autosuficiente en todo sentido, lo cual no depende de tus padres, sino de ti misma. Antes del matrimonio puedes encontrar mucho afecto y quizás amor, pero quien usa la sexualidad antes de ese momento difícilmente encontrará amor; prueba de lo cual es que quienes deciden empezar a vivir su sexualidad usándola para su personal placer antes del matrimonio casi siempre sufren muchas frustraciones y decepciones no solo con las demás personas sino también con ellas mismas, las que se pueden arrastrar por largos años, porque les ocurre como si perdieran parte del aprecio por su propia persona.

Parece que tuviéramos todo para ser felices, pero también que existe un momento adecuado para todo, y que cuando tratamos de cambiar de lugar nuestros momentos nos exponemos a estériles sufrimientos por nuestra propia y libre voluntad. Parece que no siempre hacemos lo que nos conviene para ser más felices, porque nos equivocamos todos y con mucha frecuencia.

Los límites existen siempre para todos y en todo lo que se aleje del amor. Cuando eres una joven, el límite de tu sexualidad (o sea desde cuando la puedes expresar libre, tranquila y plenamente) está en el matrimonio. Los adultos que viven en matrimonio tampoco están ajenos a límites, para ellos en materia de sexualidad su límite es la fidelidad, o sea, no deben expresar su afecto por medio de la sexualidad con nadie que no sea su pareja matrimonial.

Todos tenemos siempre grandes posibilidades de expresar nuestro afecto y también todos tenemos límites; no parecen haber excepciones ni preferencias especiales para nadie. Es como si existiera una justicia superior a la nuestra en todos los aspectos de la vida, incluso en éste.

La sexualidad es una de las formas de expresar y comunicar el amor por otra persona en el matrimonio, pero la sexualidad no es amor, tan solo puede llegar a ser uno de los tantos instrumentos que dispondrás para expresar tu amor en el matrimonio.

Algunas películas y canciones dicen y parecen mostrar que no es necesario el matrimonio para poder expresar tu sexualidad mediante exhibiciones de escenas donde las actrices parecen muy contentas, actuando como se les da la gana y haciendo cuanto se les da la gana ¿Será verdad o será mentira? ¿Es real o solo muestran apariencias? ¿Quienes se ríen alegres en las películas y fotos de revistas son realmente felices o aparentan serlo? ¿Se dan al prójimo o usan al prójimo para obtener beneficios personales y egoístas? Estoy seguro de que en tu propio interior, en tu corazón, puedes encontrar la respuesta a todas estas preguntas ya que en ese lugar tu verdad y la de tu Padre Dios están presentes, esperando por tus preguntas.

CHANCROIDE





¿Qué es el chancroide?
El chancroide, también llamado chancre blando, es una enfermedad transmitida sexualmente (STD) causada por las bacterias llamadas Haemophilus ducreyi. Es común en países tropicales, pero raro en otras partes del mundo.



¿Quién adquiere el chancroide?
Cualquier persona que tenga sexo con una persona infectada puede adquirir el chancroide. Se ve más comunmente en hombres que en mujeres, especialmente en los no circuncisos.



¿Cuáles son los síntomas del chancroide?
La primera muestra de la infección es generalmente la aparición de unas tumefacciones ó masas dolorosas en los órganos genitales, rodeadas por una orilla rojiza, pronto se llenan de pus y eventualmente se rompen, dejando heridas con dolor. En 50 % de casos sin tratar, las bacterias del chancroide infectan los nodulos linfaticos en la ingle. En el plazo de 5 a 10 días de la aparición de los primeros sintomas, las glándulas en un lado (o ambos lados) de la ingle se agrandan, endurecen, duelen y pueden romperse eventualmente.



¿Qué tan pronto aparecen los síntomas?
Los síntomas aparecen generalmente cuatro a siete días después de la exposición.
¿Por cuanto tiempo puede una persona infectada llevar las bacterias?
Un individuo puede contagiar durante el tiempo que mantenga heridas abiertas en el cuerpo.



¿Cómo se trasmite el chancroide?
La infección se trasmite a través de contacto sexual con personas que estan infectadas y especialmente con las que tienen heridas abiertas ó que produscan líquido por las heridas. Las bacterias son más probables de invadir los órganos sexuales en el sitio donde hay una cortada pequeña o un rasguño.



¿Cuál es el tratamiento para el chancroide?
Ciertos antibióticos son eficaces en tratar la enfermedad. Las heridas cicatrizan en aproximadamente dos semanas.



¿Cómo puede prevenirse el chancroide?

No tener sexo con una persona infectada es la única manera segura de evitar contraer chancroide. Si no, limitar el número de parejas sexuales reduce el riesgo de ser infectado. Usar preservativos ó condones con todas sus parejas disminuirá la posibilidad de infectarse con chancroide ó cualquier otra enfermedad STD (transmitida sexualmente). Si usted piensa que se ha infectado, evite cualquier contacto sexual hasta que consulte a un doctor, vaya a un hospital ó una clínica de STD. Si se infecta, notifique a sus parejas sexuales inmediatamente para que así puedan examinarse y ser tratadas.
Pocas personas con enfermedades venéreas saben que las padecen

Pocas personas infectadas con enfermedades de transmisión sexual se dan cuenta de los síntomas, lo que indica la necesidad de hacer investigaciones diagnósticas de rutina en los adultos jóvenes que acuden a las clínicas, los consultorios médicos e incluso en las escuelas secundarias, dijeron investigadores. Un sondeo de 728 adultos jóvenes en Baltimore halló que un cinco por ciento tenía gonorrea no tratada y un tres por ciento padecía una infección por clamidia sin tratamiento.


Pero sólo una baja proporción de las personas infectadas dijo que tenía síntomas reconocibles, como ardor al orinar o secreciones en la uretra o la vagina. El estudio entrevistó a adultos de 18 a 35 años.
En la mayoría de los casos, las dos enfermedades de transmisión sexual no se habían diagnosticado y los adolescentes sexualmente activos también estaban infectados, escribió el autor del estudio, Charles Turner, del Research Triangle Institute, en Washington.
"Las estrategias para reducir la prevalencia de la infección en esta población podrían incluir investigaciones diagnósticas de rutina mediante pruebas en escenarios de atención a la salud para los adultos jóvenes, incluidas las personas
que antes estaban consideradas en grupos de bajo riesgo de infección", escribió Turner en la edición de esta semana del Journal of the American Medical Association.
Las mujeres de raza negra corrían el mayor riesgo de infección por clamidia o gonorrea, infecciones que pueden conducir al dolor pélvico crónico, la infertilidad, embarazos ectópicos potencialmente fatales y facilidad de contagiarse con el virus del sida.

El mejoramiento en las pruebas y la valoración de los riesgos para estas enfermedades podrían reducir las barreras de las investigaciones diagnósticas rutinarias. Esto incluiría una prueba urinaria para detección de clamidia en las escuelas secundarias, escribió en un editorial acompañante Dennis Fortenberry, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana.
"La vergüenza por parte del paciente, o la valoración clínica deficiente sobre los riesgos de salud sexual son razones comunes, pero no satisfactorias para evitar esta tarea",

VERRUGAS GENITALES



El virus responsable de las verrugas genitales se llama virus del papiloma humano (VPH). Existen más de 70 tipos diferentes del VPH y algunos de ellos causan verrugas genitales.
Las verrugas genitales se pueden encontrar en el pene, la vulva, la uretra, la vagina, el cuello uterino, la laringe, al igual que en el ano y a su alrededor.
Otros tipos de VPH están asociados con verrugas comunes o planas en otras partes de la piel, como las manos. Sin embargo, las personas no contraerán verrugas genitales por contacto con verrugas en las manos u otras partes del cuerpo.
La infección con el virus del papiloma humano alrededor de los genitales es común, aunque la mayoría de las personas son asintomáticas. No obstante, incluso si usted no tiene síntomas, debe recibir tratamiento para evitar complicaciones y la diseminación de la afección a otros.
En las mujeres, el virus del papiloma humano puede invadir las paredes de la vagina y el cuello uterino. Estas verrugas son planas y no son fácilmente visibles sin el uso de procedimientos especiales.
Ciertos tipos del VPH pueden conducir a cambios precancerosos en el cuello uterino, cáncer cervical o cáncer anal. Se denominan tipos de VPH de alto riesgo.
Los siguientes son hechos importantes acerca de cómo se puede propagar el VPH y las verrugas genitales:
La infección por el VPH se transmite de una persona a otra a través del contacto sexual que compromete la membrana mucosa o la piel anal, oral o vaginal. Es posible que las verrugas genitales y VPH se propaguen, incluso cuando no haya ninguna verruga visible.
Es posible que usted no vea las verrugas durante al menos 6 semanas a 6 meses después de resultar infectado con el VPH. Igualmente puede tomar mucho más tiempo, incluso años. Debido a esto, apenas usted note las verrugas genitales, no significa que usted o su compañero hayan tenido contacto sexual con alguien por fuera de su relación.
No todas las personas que han estado expuestas al VPH y las verrugas genitales van a desarrollarlas.
Los siguientes factores lo ponen a uno en alto riesgo de contraer verrugas genitales, de que se le diseminen más rápidamente, de que reaparezcan o de tener otras complicaciones del virus del papiloma humano:
Tener múltiples compañeros sexuales
Desconocer si alguien con quien se ha tenido una relación sexual tiene una infección de transmisión sexual (ITS)
Volverse sexualmente activo a temprana edad
Consumir alcohol y tabaco
Tener estrés y otras infecciones virales (como VIH o herpes) al mismo tiempo
Estar en embarazo
Tener un sistema inmunitario que no funciona bien, como durante el tratamiento para el cáncer o el SIDA
Si un niño presenta verrugas genitales, se debe sospechar abuso sexual como la posible causa.

Síntomas

Las verrugas genitales pueden ser elevadas o planas y por lo regular del color de la carne. Pueden aparecer como tumores con apariencia de coliflor. Algunas veces son tan pequeñas y planas que no se pueden ver a simple vista.
Lugares comunes para encontrar verrugas genitales:
Las mujeres con mayor frecuencia tienen verrugas dentro o alrededor de la vagina o el ano, en la piel alrededor de estas áreas o en el cuello uterino.
Los hombres con mayor frecuencia tienen verrugas en el pene, el escroto, el área de la ingle o muslos, al igual que dentro o alrededor del ano en quienes mantienen relaciones anales.
Tanto los hombres como las mujeres pueden tener verrugas en los labios, la boca, la lengua, el paladar o la garganta (laringe)
Otros síntomas son infrecuentes, pero pueden abarcar:
Aumento de la humedad en el área de los tumores
Aumento del flujo vaginal
Prurito en el pene, el escroto, el área anal o vulvar
Sangrado vaginal con o después de tener relaciones sexuales
Sin embargo, muchas personas con infección por el VPH a menudo son asintomáticas.

Signos y exámenes

Un examen genital revela lesiones del color de la carne a blanquecinas, planas o elevadas, solas o en racimos en cualquier parte de los genitales.
En las mujeres, un examen pélvico puede revelar tumores en las paredes vaginales o el cuello uterino. Se puede utilizar una ampliación (colposcopia) para ver lesiones invisibles a simple vista. El tejido de la vagina y el cuello uterino se puede tratar con ácido acético (vinagre diluido) para hacer visibles las verrugas.
Una citología vaginal puede mostrar los cambios causados por el VPH. Las mujeres con estos tipos de cambios a menudo necesitan citologías vaginales más frecuentes por un tiempo.
Una prueba de ADN del VPH puede identificar los tipos de alto riesgo de este virus que se sabe causan el cáncer de cuello uterino. Se puede hacer como una prueba de detección para mujeres de más de 30 años o para mujeres de cualquier edad que tengan un resultado ligeramente anormal en una citología.

Tratamiento

Las verrugas genitales deben ser tratadas por un médico. NO use remedios de venta libre propuestos para otros tipos de verrugas.
El médico puede tratar las verrugas genitales aplicando un tratamiento cutáneo en el consultorio o le puede prescribir un medicamento que usted se aplica en casa varias veces a la semana.
Estos tratamiento abarcan:
Imiquimod (Aldara)
Podofilina y podofilox (Condylox)
Ácido tricloroacético (ATC)
Los tratamientos quirúrgicos comprenden:
Criocirugía
Electrocauterización
Terapia láser
Escisión quirúrgica (extirparlas)

Si usted presenta verrugas genitales, todos sus compañeros sexuales deben ser examinados por un médico y recibir tratamiento en caso de encontrárseles dichas verrugas.
Después del tratamiento inicial, el médico programará citas de control para ver si se presenta reaparición de las verrugas.
Las mujeres que hayan tenido verrugas genitales y las mujeres cuyos compañeros sexuales alguna vez tuvieron este tipo de verrugas deben practicarse citologías vaginales (prueba de Papanicolaou) al menos una vez al año. A las mujeres afectadas con verrugas en el cuello uterino, se les aconseja efectuarse las citologías vaginales cada 3 a 6 meses después del tratamiento inicial.

Las mujeres con cambios precancerosos causados por infección con el VPH pueden necesitar tratamiento adicional.
Las mujeres y las niñas en edades de 9 a 26 años se deben hacer aplicar la vacuna contra el VPH.
Expectativas (pronóstico)
La mayoría de las mujeres jóvenes sexualmente activas resultan infectadas con el VPH, pero muy pocas permanecen infectadas por más de 5 años. En muchos casos, el VPH desaparece por sí solo.
La mayoría de los hombres que resultan infectados con el VPH nunca manifiestan ningún síntoma ni problemas a causa de la infección. Sin embargo, se la pueden transmitir a las compañeras sexuales actuales y algunas veces a las futuras parejas.
Incluso después de haber recibido el tratamiento para el virus del papiloma humano, usted aún puede infectar a otros.
Ciertos tipos de verrugas genitales aumentan el riesgo de una mujer de padecer cáncer del cuello uterino y de la vulva.
Complicaciones
Se ha encontrado que algunos tipos del virus del papiloma humano causan cáncer del cuello uterino y de la vulva.
Los tipos del VPH que pueden causar verrugas genitales no son lo mismo que los tipos que pueden causar cáncer del pene o del ano.
Las verrugas pueden llegar a ser numerosas y bastante grandes, requiriendo un tratamiento más extenso y procedimientos de control.
Situaciones que requieren asistencia médica
Consulte con el médico si descubre que un compañero sexual actual o anterior tiene verrugas genitales. Igualmente llame si tiene verrugas visibles en los genitales externos, prurito, flujo o sangrado vaginal anormal. Tenga en cuenta que las verrugas genitales pueden no aparecer durante meses o años después del contacto sexual con una persona infectada.
Asimismo, consulte con el médico si cree que un niño pequeño puede tener verrugas genitales.
Las mujeres deben comenzar a hacerse las citologías vaginales a la edad de 21 años.

Prevención

La abstinencia total es la única forma a toda prueba de evitar las verrugas genitales y otras infecciones de transmisión sexual. Usted también puede evitar estas infecciones teniendo relaciones sexuales con un compañero que se sabe que no tiene la enfermedad.
La piel cercana a las verrugas y alrededor de los genitales, el ano y otras áreas puede transmitir el virus de una persona a otra. Por lo tanto, los condones masculinos y femeninos no pueden ofrecer una protección completa. No obstante, los condones reducen el riesgo y aún se deben usar, ya que disminuyen la posibilidad de contraer o diseminar infecciones de transmisión sexual. Estas precauciones se deben tomar todas las veces, dado que el virus del papiloma humano (VPH) se puede transmitir de una persona a otra aún cuando no haya verrugas visibles u otros síntomas. Ver: comportamiento sexual seguro.
Deje de fumar.

Hay disponibilidad de dos vacunas que previenen la infección contra cuatro de las cepas del virus del papiloma humano, responsables de la mayoría de los cánceres cervicales en mujeres. La vacuna se aplica en una serie de tres inyecciones y se recomienda para niñas y mujeres de 9 a 26 años de edad. Ver: vacuna contra el VPH para obtener información más detallada.
Nombres alternativos
Condiloma acuminado; Verrugas del pene; Virus del papiloma humano (VPH); Verrugas venéreas; Condiloma; Prueba de ADN para el VPH; Enfermedad de transmisión sexual (ETS)

lunes, 1 de marzo de 2010

SARNA



SARNA

¿Qué es la sarna?
La sarna es un ácaro (un insecto diminuto) que se mete bajo la piel. Cuando un ácaro hembra se mete en la piel de una persona para poner sus huevos se produce un salpullido que causa picor.

¿Quién puede contraer sarna?
Cualquiera puede contraer sarna. Probablemente hay millones de personas con sarna. Sin embargo, las personas que tienen más compañeros de relaciones sexuales corren un riesgo mayor de contraer sarna.

¿Cómo se transmite la sarna?
La sarna se transmite frecuentemente, aunque no siempre, a través del contacto sexual. También puede transmitirse a través del contacto personal cercano o usando sábanas, ropa o toallas no lavadas de una persona infectada.

¿Cuáles son los síntomas de la sarna?
Los túneles que los ácaros hacen por lo general son difíciles de ver. Son surcos muy estrechos de 5 a 15 mm de longitud. El ácaro de la sarna normalmente excava en la piel de la cara interna de las muñecas, los costados de los dedos y el tejido que los une y, a veces, alrededor de los pezones o las nalgas. Pueden aparecer ampollas pequeñas al final de los surcos. Si la sarna se transmite a través del contacto sexual, los ácaros por lo general excavan en la piel de la parte inferior del cuerpo - el abdomen, las nalgas, los muslos o el área genital.

Entre 2 y 6 semanas después de la exposición al ácaro de la sarna, los surcos se levantan y aparece un picor intenso, especialmente cuando la persona entra en calor en la cama o después de hacer ejercicio o darse una ducha o baño caliente. Los síntomas aparecen más rápido (a menudo horas después de la exposición) en las personas que han tenido sarna anteriormente. Si te rascas, los surcos pueden infectarse. Puede aparecer salpullido o protuberancias en la piel que hay entre los dedos, en el lado interno de las muñecas, en el interior de los codos, en los pliegues que hay debajo las nalgas y del abdomen, y alrededor de los órganos genitales. Las protuberancias pueden inflamarse, endurecerse o desarrollar costras.

¿Cómo se diagnostica la sarna?
Si piensas que tienes sarna, debes ver a tu proveedor de cuidados su salud. Él (ella) puede diagnosticar la sarna haciendo un examen físico del área infectada. Si tienes salpullido, surcos, picor intenso (sobre todo mientras estás en la cama o calurosa), tu proveedor de cuidados de salud probablemente te diagnosticará con sarna. Tu proveedor de cuidados de salud puede confirmar el diagnóstico si encuentra huevos o partes de huevos de ácaro.

¿Cómo se trata la sarna?
La sarna se trata con medicamentos recetados en forma oral o tópica. También hay cremas, lociones o champús especiales que puedes comprar en una farmacia. Pero debes consultar a tu proveedor de cuidados de salud para averiguar lo que es mejor para ti. Si nunca has tenido sarna, es definitivamente importante que hables con tu proveedor de cuidados de salud antes de intentar tratarte por tu propia cuenta. Aun después de que termines el tratamiento y el ácaro de la sarna esté muerto, puedes seguir teniendo picor por algún tiempo (a menudo por varias semanas). Si te rascas demasiado, puede darte una infección. Si te da una infección, debes ver tu proveedor de cuidados de salud.

¿Cómo puedo evitar contagiar la sarna?
Si tienes sarna, evita el contacto físico cercano con otras personas. Debes recibir tratamiento de inmediato para evitar contagiar a otros. Asegúrate de lavar tu ropa y sábanas en agua caliente, o límpialas a seco o plánchalas con una plancha bien caliente. Esto matará los insectos y sus huevos. Si averiguas que tienes sarna, tienes que decírselo a tu(s) compañero(s/as) de relaciones sexuales o a cualquier persona con la que hayas tenido contacto cercano o compartido sábanas, ropa o toallas. Estas personas deben tratarse aunque no tengan picor o salpullido.

¿Cómo puedo evitar contagiarme la sarna?
Tienes posibilidades mucho más bajas de contagiarte la sarna si tienes sólo un compañero(a) de relaciones sexuales. Los condones no previenen la sarna, así que debes asegurarte que tu compañero no la tenga. Asimismo, trata de no usar la ropa o sábanas de otras personas. Tan pronto como pienses que tienes sarna, trátala de inmediato para evitar contagiarte repetidamente.