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viernes, 5 de marzo de 2010


Toma precauciones para gozar de una vida sexual saludable

Aún no existe un método que permita el contacto sexual sin riesgo absoluto.
viernes, 5 de marzo de 2010
Rosa Escribano / Primera Hora
Sería ideal disfrutar de una sexualidad ajena al riesgo de contraer alguna enfermedad de transmisión sexual. Pero como sabemos que esto es imposible, lo conveniente es orientarnos en la mayor medida para vivir una intimidad sexual lo más saludable posible.

Poner en práctica el sexo seguro es un arma poderosa. No obstante, la realidad es que todas las formas de contacto sexual implican cierto nivel de riesgo. En este sentido, la Dra. Carmen Valcárcel, experta en sexualidad humana, aclara que “se le llama sexo seguro a la actividad sexual realizada donde se toman precauciones para evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual (ETS), incluyendo el VIH”. Entre las prácticas más seguras se incluyen los besos, los abrazos, las caricias y la masturbación. El uso del condón se incluye como un recurso de alta -pero no absoluta- confiabilidad.

Ahora bien, lo cierto es que “no existe ningún método de tener contacto sexual con otro individuo que sea 100 por ciento libre de la posibilidad de contagio”, advierte la doctora. Así que en su lugar, se denomina a esas prácticas como sexo de menor riesgo. Incluso, estudios en este tema han clasificado las diversas conductas sexuales “desde las de mucho riesgo hasta las de menos”, añade la doctora.

Esto confirma que ninguna práctica es completamente efectiva en la prevención del contagio de ciertas condiciones. A esto cabe añadir que hay ocasiones en que el portador de algunas de esas infecciones (la persona infectada) no sabe que está enfermo (como el caso de herpes genital, clamidia y VIH). Tampoco presenta síntomas visibles.

Sobre la abstinencia

Hay quienes piensan que el sexo seguro se refiere exclusivamente a la abstinencia. Al respecto, la doctora responde que ésta puede ser “una alternativa viable en ciertos periodos de la vida ya sea por voluntad propia, por convicciones, o porque así sea necesario como, por ejemplo, durante una enfermedad”. También, observa que “si fuésemos como ciertas especies que pueden reproducirse sin aparearse, o si no tuviéramos deseos sexuales como parte de nuestro funcionamiento normal, la abstinencia sería una práctica altamente recomendable para evitar contagios”. No obstante, bien sea “para continuar la especie en algún momento y para tener una sexualidad plena y saludable, se recomienda el contacto íntimo”.

Sin embargo, la doctora advierte a estas personas que, una vez comiencen a estar activos sexualmente, tengan presente protegerse, en vista de que no podemos estar seguros en un cien por ciento de la experiencia sexual del compañero -y por ende, tener conocimiento pleno de las posibles enfermedades que padezcan, en especial si no presentan síntomas-.

Para disfrutar con mayor confianza

Existen varios consejos que pueden ayudar a minimizar el riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual.

El uso de lubricantes a base de agua es recomendado ya que disminuye la fricción y, con ello, la abrasión que podría provocar laceraciones pequeñas y hacer que el tejido esté en riesgo.

Evita el uso excesivo del alcohol u otras sustancias que puedan disminuir la capacidad de análisis en eventos sociales donde pueda existir la posibilidad de entrar en algún tipo de contacto íntimo.

Mientras se tienen actividades sexuales de alto riesgo, se deben hacer pruebas periódicas, al menos cada año, para verificar el estado de salud (tales como de hepatitis B, sífilis, clamidia, gonorrea, herpes y VIH). “Hoy día existen pruebas que son muy sensitivas y rápidas para determinar si se está contagiado o contagiada”, señala la doctora.

Recuerda que existen vacunas para evitar el contagio de hepatitis B y del virus de papiloma humano.

Si se trata de una pareja en la que ambos están infectados con VIH, “deben usar las barreras de protección pues podrían tener una infección con una cepa de virus diferente a la que tienen”, alerta Valcárcel. “Eso podría hacer que sea inmune a los medicamentos existentes, además de que la transmisión de cualquier otra infección podría ser mortal”.

Evita el sexo casual. Lo ideal es conocer a tu pareja lo mejor posible antes de tener contacto sexual.

Como pareja, tengan presente realizarse pruebas de ETS y mantener en lo posible una relación monógama.

Si se usan juguetes sexuales, éstos deben ser lavados y desinfectados, y si se puede, integrar el uso de un condón.

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